El sábado pasado en catequesis los niños estuvimos pensando cómo curar la violencia de los hombres. Y decidimos que necesitábamos un botiquín con tijeras de cortar peleas, tiritas de perdón, vacuna contra la violencia, vitaminas de alegría, y por supuesto AMOR.
Y el domingo en la eucaristía reflexionamos sobre qué cosas podían provocar la violencia:
Y cuáles podían sembrar la paz: